¿Por qué hay niños que con inteligencia normal o por encima de la media tienen un bajo rendimiento escolar?
Éste es un fragmento del libro Tanta inteligencia, tan poco rendimiento: ¿podría ser la visión la clave para desbloquear su aprendizaje? de Pilar Vergara Giménez, donde nos explica de forma muy entendedora la importancia de la visión para tener un aprendizaje sin esfuerzo.
El aprendizaje es un proceso muy complejo que depende de muchos factores y procesos interrelacionados entre ellos, uno de ellos es la visión. Está estipulado que más de un 80% del aprendizaje del aula llega al estudiante a través de la vía visual.
Así pues, la visión desempeñará un papel muy importante en el aprendizaje y en nuestro desarrollo como personas.
Hay que tener presente que 1 de cada 4 niños son mal diagnosticados o no diagnosticados en desórdenes visuales a pesar de ser el cuarto problema más común en la infancia. Problema que puede llevar al fracaso escolar, frustración, aislamiento, rabia y baja autoestima del niño. Afectando directamente a su calidad de vida.
Diagnóstico como el TDAH o la Dislexia pueden ir acompañados o no de un problema visual, así que se recomienda realizar una evaluación optométrica neurocognitiva completa antes de dar por sentado que el niño tiene un sistema visual funcional, ya que estos trastornos se agravan de notable si están acompañados de un sistema visual pobre. En estos casos, la terapia visual tendrá un papel clave para desbloquear síntomas como: baja velocidad o comprensión lectora, problemas para mantener la atención visual, errores ortográficos, baja memoria visual o escritura forzada. Por eso insistimos en el importante papel que tiene la visión en el aprendizaje.
Algunos problemas visuales como por ejemplo una carencia de lateralidad visual a menudo pueden pasar por alto, tanto a los profesionales que trabajan con niños como a las propias familias. Sin embargo, puede ser uno de los principales obstáculos que impidan al niño aprender y desarrollarse correctamente.
Pero, ¿por qué es importante estar lateralizados? El hecho de lateralizarnos tiene implícito un proceso de maduración neurológica que es necesaria para poder aprender cosas tan importantes como la lectoescritura. Así que podríamos hablar del cerebro que está bien lateralizado lo que tiene claro las diferentes partes de su propio cuerpo, delante-detrás, arriba-bajo o derecha-izquierda. En ese momento es cuando el cerebro estará preparado para empezar a entender la direccionalidad, que es la proyección en el espacio de la propia lateralidad, es decir tener la capacidad de entender las direcciones en el espacio delante-detrás, arriba- bajo o derecha- izquierda. La «b», la «d» y la «p» aunque se asemejan mucho tienen direcciones y sentidos diferentes y en consecuencia nos dan significados diferentes en palabras tan similares como daño/baño, pero para poder entender estas diferencias el cerebro primero deberá conocer que las dos manos, pies u ojos se asemejan mucho pero tienen direcciones y sentidos diferentes. Para distinguir la direccionalidad de las letras, tener una lectura cómoda y una caligrafía sin esfuerzo estar lateralizado será crucial.